Desde el inicio de la pandemia del covid-19, los hábitos de ahorro han cambiado mucho en España. No solo en los meses iniciales, que fueron sin duda los más duros, sino también después. En este vídeo te contamos por qué han cambiado nuestros hábitos de ahorro, en qué invertimos principalmente los españoles, y qué deberíamos tener en cuenta para obtener una rentabilidad atractiva a largo plazo

Durante los primeros meses de la pandemia, nuestras vidas diarias dieron un vuelco. Con el objetivo de suavizar el impacto sanitario de la pandemia, el gobierno tomó medidas muy drásticas. Estuvimos confinados en nuestras casas durante unos 2 meses, y tras eso tuvimos grandes restricciones para salir. Muchos negocios tuvieron que cerrar de forma parcial o total. Seguir leyendo

Esto desplomó el consumo. Y como consecuencia practicamos lo que se conoce como ahorro forzoso , es decir, ahorramos porque las circunstancias nos impedían consumir como de costumbre.

Además, el contexto de gran incertidumbre sanitaria, social y económica llevó a muchas personas a temer perder su empleo. Como precaución ante esto, decidieron ahorrar más.

La tasa de ahorro media de los hogares españoles durante las dos primeras décadas del siglo XXI rondó el 8%. Según datos del Banco de España, en el año 2020 la tasa de ahorro fue del 14,7%, casi el doble. En el segundo trimestre de 2020, con las restricciones más fuertes, la tasa superó el 25%.

Tasa de ahorro de los hogares españoles

  • 2000-2019: 8%
  • 2020: 14,7%
  • Segundo trimestre de 2020: +25%

Un aumento del ahorro durante los meses más duros de la pandemia era perfectamente normal. Los confinamientos y el cierre parcial o total de muchos negocios durante meses nos obligaron a reducir nuestro consumo, aumentando así nuestra tasa de ahorro.

Sin embargo, una vez superada la crisis sanitaria los ciudadanos españoles seguimos ahorrando con más intensidad que antes del año 2020. Para hacernos una idea, vamos a fijarnos en el patrimonio total invertido en fondos de inversión en España.

Según datos de Inverco de septiembre de 2024, la inversión total en fondos de inversión en España superó los 387.000 millones de euros, cuando en 2019 y 2020 rondaba los 275.000 millones de euros. Gran parte de ese crecimiento se ha dado en 2023 y 2024.

Este fenómeno se debe principalmente a dos motivos. El primero es que la pandemia nos demostró la gran importancia de contar con un fondo de emergencia. Muchos ciudadanos que antes ahorraban poco o nada, han empezado a hacerlo.

El segundo motivo es el contexto económico. Tras la crisis sanitaria llegó la alta inflación, acompañada de una gran incertidumbre. Esas circunstancias empujaron a los ciudadanos a seguir ahorrando más.

Una de las grandes consecuencias económicas de la pandemia fue la elevada inflación, generada principalmente por las políticas de expansión monetaria y fiscal llevadas a cabo por bancos centrales y gobiernos de todo el mundo.

Para luchar contra la inflación, los bancos centrales empezaron a aumentar sus tipos de interés. En concreto, el Banco Central Europeo  empezó a aumentar su tasa de interés a mediados de 2022, subiendo desde el 0% al 4,5%  en poco más de un año.

Los productos de inversión de renta fija tienen una rentabilidad fuertemente asociada a los tipos de interés. Por eso, ese aumento de tipos hizo que aumentara la rentabilidad de los productos de renta fija hasta entre el 3 y el 5% anual como máximo. Algunos de estos productos sonlos bonos, los depósitos a plazo o la deuda pública

Volviendo a los datos de Inverco, en 2022 el patrimonio invertido en fondos monetarios era algo más de 5.000 millones de euros, y en septiembre de 2024 superaba los 20.000 millones. Los fondos de renta fija a corto plazo aumentaron su patrimonio desde 27.000 millones de euros en 2022, a más de 50.000 millones en 2024. Y los fondos de renta fija a largo plazo aumentaron desde 50.000 millones en 2022 a 70.000 millones en 2024. Por último, los fondos de renta variable mixta aumentaron de 10.000 millones en 2022 a 14.000 millones en 2024.

Estos datos nos muestran cómo los ciudadanos españoles han invertido con mucha fuerza en productos de renta fija desde 2022. Destaca la renta fija a corto plazo, que da rentabilidad en poco tiempo y se ve menos afectada por futuros cambios en los tipos de interés. El patrimonio en este tipo de productos se duplicó en 2023, y se duplicó de nuevo en 2024.

El gran atractivo de la renta fija ha hecho que los fondos de renta variable se queden estancados o incluso pierdan patrimonio entre 2022 y 2024. Sin embargo, para la gran mayoría de inversores es muy recomendable incluir la renta variable dentro de su cartera, e incluso que sea el tipo de activo principal. Vamos a ver por qué.

La inflación está estable por debajo del 3% desde principios de 2024. Siendo así, es previsible que el Banco Central Europeo siga reduciendo sus tipos de interés durante los próximos meses. Y esto hará que la rentabilidad de los productos de renta fija disminuya todavía más.

Aquí es donde entra en juego la renta variable, es decir, la inversión en acciones de empresas. La bolsa es volátil, y por eso a corto plazo puede sufrir pérdidas importantes. Pero a largo plazo suele ofrecer rentabilidades medias muy atractivas, cercanas al 10%.

Ya que estamos hablando de España, vamos a fijarnos en el índice IBEX 35. Desde su nacimiento en 1992 hasta 2024 ha tenido una rentabilidad media anual del 10,5% contando dividendos. Y no solo eso. Durante los años 2023 y 2024, tan positivos para la renta fija, resulta que el IBEX 35 ha tenido una rentabilidad muy superior. En concreto, en 2023 el IBEX 35 tuvo una rentabilidad del 27,2%, y en 2024 hasta el mes de octubre un 19,5%. Es decir, una rentabilidad 4 ó 5 veces superior a la de los mejores productos de renta fija.

El aumento de la tasa de ahorro en España es, sin ninguna duda, una noticia positiva. El ahorro trae prosperidad a largo plazo no solo para el ahorrador, sino a la economía y la sociedad en general. El ahorro se canaliza en inversiones que permiten desarrollar más y mejores productos y servicios a mejores precios para los consumidores.

El atractivo de la renta fija irá disminuyendo en los próximos meses, y la renta variable es la gran alternativa. Si la mayor tasa de ahorro en España se lleva a la renta variable, esto resultará sin duda muy positivo para los ciudadanos a largo plazo. Sobre todo teniendo en cuenta el dudoso futuro del sistema público de pensiones.

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Gracias por ver hasta el final y nos vemos en un próximo vídeo, aquí, en el canal de Cobas.

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