Los tipos de interés tienen una influencia enorme en la economía. Afectan al precio de la financiación, por eso es un elemento clave a tener en cuenta para las decisiones de cualquier persona y empresa.

Los tipos de interés también influyen en los mercados financieros. En este vídeo te contamos cómo afectan los tipos de interés a los distintos activos de inversión. Y vemos qué puede hacer cualquier inversor para que las subidas y bajadas de tipos le afecten lo menos posible.

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El tipo de interés es un indicador macroeconómico que suele establecer el banco central de cada economía. Es un porcentaje que determina el interés anual que deben pagar los bancos comerciales al banco central a cambio de que este les preste dinero.

Después, los bancos comerciales prestan dinero a ciudadanos y empresas a un tipo ligeramente superior para así obtener un margen. Es decir, el tipo de interés del banco central se extiende al resto de la economía, y podemos entenderlo como el precio del dinero.

Si pedimos un préstamo de 10.000€ a un tipo de interés del 2%, al cabo de un año deberemos devolver 10.200€. Si el tipo de interés es del 5%, deberemos devolver 10.500€.

Si depositamos 10.000€ en una cuenta bancaria remunerada con un tipo de interés del 1%, al cabo de un año tendremos 10.100€. Si el tipo de interés es del 3%, tendremos 10.300€. Así funcionan los tipos de interés.

Ya sabemos qué son los tipos de interés, ahora veamos cómo afectan a los distintos tipos de activos de inversión.

La renta fija son bonos gubernamentales y corporativos, y es uno de los activos más sensibles a los cambios en los tipos de interés. El interés anual que ofrecen los bonos va muy ligado al tipo de interés general que tiene fijado el banco central en ese momento.

Cuando los tipos de interés suben, los nuevos bonos emitidos por gobiernos y empresas ofrecen una rentabilidad mayor a los bonos anteriores. Esto hace que los bonos antiguos sean menos atractivos y que su valor se reduzca. Cuando los tipos de interés bajan, sucede lo contrario.

Si un bono paga un cupón anual del 3% y los tipos de interés suben al 5%, los inversores preferirán los nuevos bonos con un cupón más alto, es decir, con mayor rentabilidad.

Si un bono paga un cupón anual del 3% y los tipos de interés bajan hasta el 1%, los inversores preferirán los bonos antiguos con un cupón más alto, porque son más rentables. Esto revaloriza los bonos antiguos en el mercado secundario.

Los tipos de interés también impactan en la rentabilidad de las acciones, aunque la relación no es tan directa como en el caso de la renta fija.

Cuando los tipos de interés aumentan, se encarece la financiación para las empresas, y puede afectar negativamente a sus beneficios. Esto puede hacer que su valor en bolsa caiga.

Además, un entorno con tipos de interés elevados hace más atractiva la renta fija, que es una inversión más segura. Por ello, muchos inversores desvían parte de su capital de la renta variable a la renta fija, afectando nuevamente a la cotización de las acciones en bolsa.

Cuando los tipos de interés bajan, la financiación se abarata, y las empresas tienden a obtener mayores beneficios. Así, parte del capital invertido en renta fija pasa a la bolsa, aumentando todavía más las cotizaciones.

Hay que tener en cuenta que la cotización de una acción depende de muchos factores, no solo de los tipos de interés.

Las empresas que tienen negocios más intensivos en capital y más a largo plazo se ven mucho más afectadas por las variaciones de los tipos de interés, como por ejemplo las empresas tecnológicas. Esto explica en parte que entre finales de 2021 y 2024, con tipos de interés elevados en Estados Unidos, la cotización de empresas como Google, Microsoft, Amazon y Apple se estancó.

Cuando hay incertidumbre económica o incluso una crisis, muchos inversores recurren al oro como activo refugio. Las malas situaciones económicas suelen coincidir con tipos de interés reducidos, ya que incentivan la actividad económica. También hacen que la renta fija sea poco rentable, favoreciendo al oro.

En contextos de alta inflación y altos tipos de interés la renta fija ofrece buenas rentabilidades, y el precio del oro tiende a disminuir.

Los tipos de interés tienen un impacto directo en las hipotecas. Cuando los tipos son bajos, los créditos hipotecarios son más asequibles, y al contrario.

Los tipos de interés bajos, por lo tanto, impulsan la demanda de propiedades inmobiliarias y empujan los precios al alza. Los tipos de interés elevados desincentivan la compra de inmuebles por el alto precio de las hipotecas, y este descenso de la demanda empuja los precios a la baja.

En un entorno de tipos de interés bajos, los inversores tienden a invertir en activos de mayor riesgo, como las criptomonedas. Por contra, los tipos de interés altos desincentivan las inversiones de riesgo y el capital fluye hacia la renta fija, afectando negativamente a las criptomonedas.

Esto se ve muy bien reflejado en el precio de Bitcoin. Alcanzó máximos históricos de casi 70.000 dólares a finales de 2021, y poco después la Reserva Federal y el Banco Central Europeo empezaron a subir sus tipos de interés para luchar contra la inflación. El precio cayó y no volvió a romper máximos hasta marzo de 2024, cuando los tipos estaban bajando de nuevo.

Lo más importante que podemos hacer para que los cambios de tipos de interés no afecten a nuestras inversiones es adoptar una perspectiva de largo plazo. En 30 o 40 años puede que haya momentos con tipos de interés más elevados, pero serán situaciones pasajeras y nuestra rentabilidad no se verá muy afectada.

Si lo que buscamos es que los cambios de tipos de interés nos afecten lo menos posible a corto plazo, debemos tener un buen equilibrio entre distintos tipos de activos en nuestra cartera. En épocas de bonanza económica y bajos tipos, la renta variable lo hará muy bien. Si suben los tipos tenemos la renta fija, y si hay una crisis económica el oro suele tener un buen rendimiento. Así, estamos cubiertos ante cualquier posible contexto.

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Gracias por ver hasta el final y nos vemos en un próximo vídeo, aquí, en el canal de Cobas.

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