En todos los conceptos que vamos a desarrollar en las siguientes líneas, en algún momento se debería apostillar “para nosotros”, pero para evitar ser repetitivos lo hemos obviado.
Acción: En las empresas cotizadas en Bolsa, la propiedad se divide en acciones. Cuando compramos acciones tenemos parte de una empresa. Salvo circunstancias muy excepcionales, si el valor de la empresa sube, el precio de las acciones acaba subiendo.
Precio objetivo (valor): Es el valor que estimamos que tendría la compañía entre empresarios bien informados, y en condiciones de normalidad, dividido entre en número de acciones que tiene la empresa.
Potencial de revalorización (upside, en inglés): Es la diferencia entre el precio de cotización y el precio objetivo (valor). Por ejemplo, si valoramos una empresa en 19€ y cotiza a 10€, decimos que el potencial es del 90%.
Margen de seguridad: Nos indica cuánto nos podemos equivocar antes de llegar a perder dinero a largo plazo. En el ejemplo anterior, nos podemos equivocar en 9€ antes de sufrir una pérdida permanente. Éste es el concepto value más importante y es la razón de por qué, probablemente, los value seamos los que mejor dormimos de entre todos los que operamos a través de la Bolsa.
Largo plazo: Es la paciencia que tenemos que poner sobre la mesa para conseguir el potencial de revalorización. Las compañías que están baratas ahora dejarán de estarlo en algún momento. De este modo, esperando aumentamos nuestra riqueza.
Yield (o rentabilidad) esperada: Es el resultado de dividir cuánto es capaz de ganar una empresa en un año normal (ni bueno ni malo) entre su capitalización (se calcula como número de acciones multiplicado por el precio al que cotizan sus acciones) y su deuda, entre otros ajustes. Por ejemplo, un yield del 12% significa que, de media, una empresa será capaz de generar 12 euros anuales por cada 100 que nosotros invertimos si la compráramos entera al precio al que cotiza actualmente.
PER (Precio/Beneficios anuales): Refleja cuántos años tienen que pasar para que recuperemos la inversión. A diferencia del yield, en el cálculo del PER no tenemos en cuenta el nivel de deuda neta que tiene la compañía.
No se queden con dudas, nos gusta que nos entiendan
Círculo de competencia: Son todas aquellas empresas que entendemos y podemos valorar con una fiabilidad elevada.
Calidad: Es la capacidad que tiene la empresa de asegurarse que seguirá obteniendo beneficios elevados por cada euro invertido en sus negocios durante mucho tiempo.
ROCE (Rentabilidad sobre el Capital Empleado): Indica cuánto beneficio genera un negocio por cada euro que se ha tenido que invertir para obtenerlo (maquinaria, oficinas, existencias, etc.). Es una de las herramientas que utilizamos para evaluar la calidad del negocio.
Inversión: Es aquella operación que, tras un cuidadoso análisis, se puede concluir que es muy improbable perder dinero y es probable ganar una rentabilidad atractiva a largo plazo.
Especulación: Es lo contrario a una inversión. Es una operación sin un margen de seguridad suficiente. Nosotros evitamos las especulaciones, no nos jugamos el dinero de nuestros clientes.
Cartera (también llamada “portfolio” o “fondo”): Es el conjunto de inversiones que hacemos. Sabemos que no somos infalibles, así que hacemos muchas inversiones al mismo tiempo (generalmente más de cuarenta) para que las buenas ideas superen con creces el impacto de posibles errores.
Peso en la cartera: Es el porcentaje del total del patrimonio del fondo que invertimos en una determinada compañía. Las principales razones que determinan el peso de una compañía en la cartera son el potencial de revalorización, el yield, la calidad del negocio y nuestro grado de convencimiento y el tamaño de la propia empresa. Además, el regulador (CNMV) nos obliga a tener una cartera muy diversificada.
Valor liquidativo: Es el precio al que cotiza el fondo. Unos días sube, otros baja… No podemos hacer nada, excepto mejorar el fondo buscando continuamente buenas compañías lo más baratas posibles (ésta es la esencia de nuestro trabajo) y esperar pacientemente a que nos las compren a precios más razonables.
Pero por encima de todo lo que hemos explicado anteriormente, no se queden con dudas. Nos gusta que nos entiendan. A veces nos centramos tanto en buscar y analizar buenas compañías, metiéndonos tan de lleno en sus complejidades, que descuidamos la simpleza en nuestro lenguaje. No duden en consultarnos cualquier concepto que utilicemos y no entiendan. Será un placer aclarárselo.
¿Te ha resultado útil?
- |