Contar con inversores de calidad, como muchos de los que lean este post, es una enorme ventaja a largo plazo para una gestora como Cobas Asset Management. Por un lado, desde nuestro equipo de Análisis podemos dedicar prácticamente todo el tiempo a nuestro cometido fundamental, que es analizar con rigor nuestras mejores ideas, y por otro, podemos invertir en ellas sin complejos. En este post pretendo recalcar estas ventajas.
Casi la totalidad de las inversiones que hacemos en Cobas se basan en tesis de inversión que son contrarias a la opinión generalizada del mercado (“consenso”). Tener divergentes y firmes convicciones, fruto de un exhaustivo análisis, es esencial para la protección de nuestro patrimonio y para conseguir mejores rentabilidades que otras alternativas. Cuanto más contrarias (¡y correctas!) sean las ideas, mejores tenderán a ser, pues más baratas cotizarán y, en consecuencia, mayor potencial tendrán.
Naturalmente, ir en contra del “consenso” implica ir en contra de las ideas y prejuicios que la mayoría de la gente tiene a priori sobre estas compañías, incluidos nosotros mismos. Ésta es, posiblemente, la parte más difícil de nuestra labor, pues conlleva encontrar y analizar posibles oportunidades cuando nuestro conocimiento previo (antes de comenzar el análisis) nos tienta a no dedicarles más tiempo.
Detectar posibles errores importantes lo antes posible, es crucial
Cuando encontramos ideas “contrarias”, después de muchas horas de recopilación de información y estudio, nos gusta contrastar nuestras conclusiones preliminares con expertos (competidores, proveedores, clientes, exdirectivos, consultores, reguladores, otros analistas, etc.) que conocen profundamente aspectos clave de la compañía en cuestión.
Esta inversión en conocimiento siempre es provechosa, incluso cuando descartamos ideas. Detectar posibles errores importantes lo antes posible es crucial. Este continuo esfuerzo mental, junto con un cierto ejercicio de humildad, nos permite tener bien valoradas las compañías que componen nuestra cartera y poder actuar, comprando o vendiendo acciones, según sea oportuno.
Siguiendo este proceso se desprende que: cuando Cobas compra, Cobas se diferencia del mercado, luego cabe esperar que sus cotizaciones evolucionen de manera distinta a la Bolsa en general.
Y aquí me gustaría hacer un inciso especial. En Cobas valoramos compañías y actuamos en consecuencia, no tratamos de adivinar los beneficios de un periodo en concreto. De modo que, si leen que una compañía en particular va a ganar el próximo año menos de lo previsto (“profit warning”), eso no implica necesariamente que nos hemos equivocado en la valoración, no al menos de manera significativa.
De hecho, muchas veces estos profit warning nos permiten entrar en compañías que ya nos gustaban a precios más baratos, pues el mercado a veces extrapola problemas a corto plazo a la capacidad normalizada de generación de beneficios. Y, por supuesto, si en un profit warning, por error o por un suceso imprevisible, dedujéramos fallos materiales en nuestras hipótesis de valoración, estaremos preparados para evaluar rápidamente la nueva situación (precio/valor) y podremos reaccionar con celeridad.
En conclusión, en Cobas no pretendemos ser populares por nuestras ideas. Simplemente buscamos beneficiarnos de un trabajo bien hecho, sabiendo que de nuestro análisis se desprenden conclusiones que no siempre son intuitivas para todos. Sin embargo, con el paso del tiempo, pensamos que la mayoría de las tesis de inversión parecerán obvias y las rentabilidades aflorarán. Muchas gracias por acompañarnos en este proceso.
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