El IBEX 35 alcanzó su máximo histórico en el año 2007. Desde entonces está estancado muy por debajo de ese máximo, y no da señales de mejora. ¿A qué se debe este prolongado estancamiento del índice? Y quizá la pregunta más importante, ¿es buena idea invertir en el IBEX 35 y en sus empresas teniendo en cuenta su rendimiento en los últimos 16 años? En este vídeo respondemos a ambas preguntas.
El IBEX 35 es el principal índice bursátil de la bolsa española, elaborado por BME (Bolsas y Mercados Españoles). Está formado por las 35 empresas con mayor capitalización que cotizan en las cuatro bolsas españolas: Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia. Es un índice ponderado por capitalización bursátil. Es decir, las empresas con un mayor valor en bolsa tienen un peso mayor en el índice. Cada 6 meses, en junio y en diciembre, un grupo de expertos denominado Comité Asesor Técnico se reúne para decidir la entrada y salida de valores del índice. Algunas de las empresas históricamente más importantes del IBEX 35 son Iberdrola, Banco Santander, Inditex y BBVA.
El IBEX 35 empezó su andadura el 14 de enero de 1992, con un valor inicial de 2.693,17 puntos. Subió con fuerza hasta el año 2000, cuando estalló la burbuja puntocom, y en poco más de 2 años perdió la mitad de su valor. Volvió a su senda alcista, hasta que el 8 de noviembre de 2007 alcanzó su máximo histórico de 15.945,70 puntos. Entonces llegó la gran recesión, y desde entonces el índice ha estado por debajo de los 12.000 puntos, y la mayoría del tiempo por debajo de los 10.000. ¿A qué se debe esta situación?
Hay varios factores que explican la decepcionante evolución del IBEX 35. durante los últimos 16 años, vamos a ver 3 de los más importantes. Para empezar, el índice tiene una dependencia importante de dos sectores: el bancario y el energético. Hay 5 bancos que forman parte del IBEX desde hace al menos 10 años, son el Banco Santander, BBVA, Bankinter, Banco Sabadell y CaixaBank. En 2022 se sumó otro banco, Unicaja. Hay otras 5 empresas del sector energético que son clásicas del índice: Enagás, Endesa, Iberdrola, Red Eléctrica y Repsol. Más recientemente se ha sumado Naturgy, y podríamos tener en cuenta también dos empresas de energías renovables como son Acciona Energía, y Solaria Energía y Medio Ambiente. Son en total 14 empresas de las 35 que componen el índice, es decir, un 40 %. Son 2 sectores muy tradicionales, están muy regulados y por lo tanto más expuestos a modificaciones normativas, como por ejemplo la regulación de las tarifas de luz y gas en el caso del sector de la energía. La transición energética afecta también de forma importante a estas empresas, que deben adaptarse si quieren mantener su volumen de negocio. En los últimos años, las empresas fintec han tenido un auge importante, pasando a competir con el modelo de banca tradicional, y afectando fuertemente al sector bancario. Esta enorme dependencia que tiene el IBEX con estos 2 sectores hace que sea mucho menos dinámico que otros índices bursátiles como el Dax 30 alemán, o el Dow Jones estadounidense, y por lo tanto mucho menos competitivo.
El segundo factor es la falta de empresas tecnológicas en España que sean líderes en su nicho. El sector tecnológico es desde hace años el principal actor en muchas bolsas mundiales, y más especialmente desde el inicio de la pandemia. Por ejemplo, en Estados Unidos la mayoría de las empresas más grandes son tecnológicas como Apple, Amazon, Microsoft, Meta o Google. En España, la única empresa importante que podemos categorizar como tecnológica es Amadeus, que desarrolla soluciones tecnológicas para la industria de los viajes, y precisamente ha tenido un crecimiento notable en los últimos años. En España no se incentiva especialmente la inversión en capital riesgo, un elemento clave para la creación de startups tecnológicas. Empresas como Glovo o Cabify son casos de relativo éxito, pero son demasiado pequeñas como para aspirar a entrar en el índice.
El tercer factor es la dificultad estructural que hay en España para que las empresas crezcan. Un contexto con mucha burocracia, mucha regulación y una carga importante de impuestos, especialmente para las empresas más grandes, desincentiva fuertemente el crecimiento. Un claro ejemplo es la obligación de tener un delegado sindical y un comité de empresa para cualquier compañía que supere los 50 trabajadores. Esto hace que muchas empresas no quieran alcanzar esa cifra para evitar posibles problemas. En España, el 90 % de las empresas son pymes, es decir, pequeñas y medianas empresas. Para que el IBEX, la economía y la calidad de vida de los ciudadanos crezca con fuerza, sería positivo que hubiera muchas más grandes empresas en el país. Por desgracia, buena parte de las compañías que componen el IBEX tienen una capitalización baja, y no se espera que crezcan. Esto no sucede en otras bolsas importantes como Francia, el Reino Unido o Alemania. Entonces, ¿es el IBEX un desastre sin remedio? Por suerte, no. Vamos a ver por qué.
La cotización del IBEX que hemos visto refleja la cotización bursátil de las empresas que lo componen. Pero cuando invertimos en una empresa obtenemos los dividendos que repartimos. Si incorporamos esos dividendos a la cotización, obtenemos el retorno total del índice, el conocido como IBEX 35 Total Return. Este gráfico muestra la cotización del IBEX 35 Total Return. Su valor inicial es el mismo que el del índice original, pero desde entonces se suman también los dividendos repartidos por las empresas. Como puedes ver, no está ni mucho menos estancado, al contrario. Está en máximos históricos, con un valor que es más del triple del índice original. Si vemos su evolución completa, ha tenido un retorno anual medio de un 8,44% desde su inicio en enero de 1992 hasta 31 años después, a finales de 2023.
¿Cómo puede haber tanta diferencia entre el índice original y el índice Total Return? El poder del interés compuesto reinvirtiendo los dividendos marca una gran diferencia, especialmente a largo plazo. Además, el IBEX 35 es uno de los índices importantes que más dividendos reparte. La mayoría de sus empresas lo hacen, y algunas de ellas son famosas por su generosa política de reparto. A mediados de 2023, 9 de las empresas del IBEX 35 tenían una rentabilidad por dividendo superior al 6 % anual, un retorno atractivo incluso en un contexto inflacionista.
Si tenemos en cuenta el IBEX 35 Total Return, invirtiendo las ganancias tal y como es habitual, los resultados históricos del índice han sido muy buenos. Hay varias empresas con negocios robustos y una política de dividendos muy atractiva. Esas empresas, y también el índice IBEX 35 al completo, pueden ser una gran inversión a largo plazo. En Cobas ponemos a disposición de los inversores nuestra cartera Cobas Iberia, que invierte en compañías que cotizan en España y Portugal o tienen su base de operaciones centrada en la Península Ibérica. No es ni mucho menos una réplica del Ibex, de hecho, de las cinco principales posiciones españolas ninguna cotiza en el IBEX 35, sino en el mercado continuo, pues pese a la infravaloración que presenta el índice contra sus homólogos europeos, hemos encontrado mejores oportunidades de inversión en este tipo de empresas, un mercado menos seguido, presentando unas valoraciones mucho más atractivas que los considerados blue chips del índice y donde vemos una positiva perspectiva de sus negocios. Hablamos de valores como Elecnor, Atalaya Mining, Técnicas Reunidas o Semapa. En lo que llevamos de ejercicio, es la cartera que mejor rentabilidad ha obtenido con subidas superiores al 22% al cierre de 2023. Si quieres más detalles sobre este fondo o sobre nuestros productos, visita nuestra web cobasam.com e infórmate. Tienes el enlace en la descripción de este vídeo. Si te ha gustado el vídeo, aquí tienes otro sobre el value investing y su buen momento actual. Gracias por ver hasta el final y nos vemos en un próximo vídeo, aquí, en el canal de Cobas.
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